dijous, 5 d’abril del 2012

El prisionero dormido


EL PRISIONERO


DORMIDO

El tema que hemos elegido para la actualización de Descartes es la relación quehay entre el ascenso del Mito de la Caverna de Platón con el argumento de laimposibilidad de distinguir la vigilia y el sueño de Descartes.
¿Pero qué relación hay entre estas dosteorías? Hayamos una relación entre la Caverna en la que habita elprisionero y el mundo del sueño, ya quetanto en el sueño como en la caverna el “prisionero” cree estar en un mundo real, en la caverna la realidad laconstituyen las sombras y en el sueño lo que nos aporta nuestra experiencia personal.

El prisionero consigue el ascenso hacia el mundo real por sí mismo mediantela educación que nos lleva al conocimiento de la verdad y elbien. Para ello es necesario “despertar” en el ser humano las capacidadesinnatas y utilizar la inteligencia. Para Platón y Descartes la educación tieneun sentido moral yascético, para ambos educar no sólo significa aumentarlos conocimientos, sino también desarrollar una alta calidad moral formando a un ser justo ysabio. La alegoría de la caverna y la delsueño, les sirve respectivamente, para ejemplificarla distinción entre el mundo que parecereal y el que lo es.

En el mundo onírico la fuente del saber son los sentidos los cuales nosaportan un grado del saber menos real además de ser donde hallamos lassombras y reflejos, es decir, las visionesdeformadas de las cosas de la caverna. En el mundo real, la fuente del saber esla razón, para Descartes la razón es como una luz que nos permite alcanzar la verdad, pero para ello necesitamos ajercitarla

Descartes nos habla de esta razón, queversa sobre lo verdaderamente real empleando los objetos matemáticos y las Ideas. Las matemáticas tanto paraDescartes como para Platón, son fundamentales, ya que un triángulo seguirásiendo un triángulo tanto en el sueño como en el mundo real, y no podrá considerarse opinión.

Descartes, recupera la confianza en esta, empleando la duda metódica,  la del filósofo que solo emplea como unobstáculo a saltar y así evitar caer en el error y finalmente hallar unprincipio evidente e indudable. Así pues el prisionero logra “despertar” de lafalsedad del sueño y sale de la caverna, mediante la educación.



Actualización realizada por Carmen y Daniela

dimecres, 4 d’abril del 2012

A grandes preguntas, grandes respuestas.




¡Todos para San Anselmo y Descartes! y, ¡Descartes y San Anselmo juntos para demostrarnos a todos la existencia Dios!




En esta actualización trataremos el origen del argumento ontológico utilizado por Descartes para demostrar la existencia de Dios, que a su vez se basa en el argumento que inicialmente fue formulado en el siglo XI por San Anselmo de Cantebury.

El argumento inicialmente se fundamenta en las ideas de perfección e infinito que existen en nuestra mente, ya que estas al no ser originadas por nuestra experiencia deben de haber sido introducidas por alguien que sea infinito y perfecto, es decir Dios.

Así pues, Descartes  recurre a dicho argumento, debido al hecho de que únicamente posee la seguridad del cogito ergo sum, ya que análisa las ideas de las que únicamente tiene certeza, es decir, las que son estrictamente necesarias.Con este fin, Descartes modifica los argumentos de San Anselmo añadiendo elementos matemáticos, ya que, las matemáticas son una ciencia a la que se le atribuyen las mismas cualidades que a Dios, y como la geometría puede ser demostrada, Dios necesariamente también puede serlo.










Actualización realizada por Laura Martínez Alonso y Blanca Carreras Gamón.

dimarts, 3 d’abril del 2012

Platón y Descartes, X años de diferencia... y tantas otras cosas en común

Nos disponemos a relacionar a dos de los autores más influyentes en el desarrollo del saber humano y de la filosofía, que, aun separados por unos cuantos siglos de diferencia tienen ciertos aspectos de su filosofía en común. Hablamos de Platón y René Descartes, dos filósofos que revolucionaron la época

Por una parte ambos son dos autores que defienden la dualidad del hombre que consta de dos “mitades” formadas por alma y cuerpo, y es el alma donde reside la verdad y el cuerpo la fuente de todos nuestros errores. Sin embargo hay que recordar que para Descartes el alma es el pensamiento y permanece unida al cuerpo dado que no podría existir sin éste, y para Platón el alma se libera del cuerpo cuando la persona consigue llegar a la Idea del Bien. Además, ambos comparten que es la razón con la cual alcanzaremos el conocimiento verdadero y no mediante los sentidos.  Para Platón el conocimiento es recuerdo, al que llegamos mediante el uso de la dialéctica, un camino ascendente, de razonamiento, con el que, si somos bien guiados y no nos dejamos llevar al error, llegaremos al conocimiento de las Ideas, que son verdaderas, y se ven mal representadas en el mundo por vanas copias. Será esta una de las razones por las que Platón dirá que no debemos fiarnos de nuestros sentidos. Aspecto que, por cierto, también comparte con Descartes, ya que este pensaba que habremos de fiarnos más de nuestro razonamiento que de los sentidos (y luego esto se verá representado en la accesoria duda metódica). Para Descartes (el padre del razonalismo) no hay certeza inalcanzable para el pensamiento humano, y es que confiaba plenamente en la capacidad de raziocinio humana (sin embargo, su camino no era tan simple como el método dialéctico, sino que crearía su propio método).

También podemos apreciar otra semejanza notable en su filosofía, y es que en ambas corrientes filosóficas (el Racionalismo y la teroría platónica de las Ideas), la ciencia de las matemáticas cobra un gran protagonismo y tiene cierta influencia. Vemos pues, que en la filosofía de Platón, se tiene una gran opinión de las matemáticas, siendo los objetos matemáticos lo más cercano a la certeza que encontramos en el mundo sensible. Solo tienen un pequeño inconveniente para él, y es que las matemáticas suponen que los axiomas de los parte son ciertos, un condicional que las relegarán a un segundo nivel de conocimiento, por detrás de las Ideas. Descartes, por otra parte, otorga las matemáticas todavía más valor, inspirando su método en ellas ya que, dice, los razonamientos matemáticos tienen en una certeza indiscutible.

Podemos decir pues que Descartes y Platón fueron dos filósofos que compartían puntos en ciertos aspectos de su filosofía, y sobre todo dos filósofos que cambiaron la forma de pensar de sus respectivas épocas y, por consiguiente, del presente.



Actualización realizada por Víctor del Moral y Amparo Ortega