El primero, su propuesta de gobierno de Filosofo gobernante preguntandonos si el aceptaría a una dictadura como modelo a seguir y argumentandolo en base a lo que se fundamenta su modelo ideal.
Expongamos pues, la primera actualización:
¿Podrían ser los dictadores filósofos gobernantes?
El tema de la actualización que hemos elegido es comparar si un régimen dictatorial encajaría en la visión del filósofo gobernante de Platón y si podría alcanzarse con él un buen gobierno de la ciudad (lo que hoy en día sería una nación). Es decir, podemos hacernos la pregunta ¿se adaptaría a lo que dice Platón respecto a la política y su gobierno? Sintetizando: ¿Platón aceptaría a un dictador como gobernante? Claramente la respuesta sería NO. Argumentemos esta respuesta: para Platón la política se basa en el intelectualismo moral (teoría ética enunciada por su maestro Sócrates) y se basa en:
En primer lugar la virtud es conocimiento, es decir, una persona no puede ser justa si no conoce lo que es justicia y claramente ellos no la conocen ya que aplican las leyes totalmente a su interés y sin preocuparse por su pueblo, por tanto podemos decir que desconocen el concepto de “virtud”. Por otra parte los dictadores son personas que no han recibido la educación necesaria para alcanzar el conocimiento y el mundo de las ideas, objetivo principal de Platón, incluso algunos de ellos son simplemente militares que gracias a la posición económica de su familia alcanzan el poder a través de la fuerza y la violencia. Por tanto, para Platón, no serían más que unos ignorantes que desconocen la idea del bien y esto para nuestro filósofo es sinónimo de obrar mal.
Además, los dictadores no aplican la Idea de la justicia establecida por Platón, la cual es caracterizada por ser eterna, atemporal, inmaterial e independiente de las opiniones humanas. En esta participan tanto la justicia del individuo como la del Estado. Para Platón el hecho de que estas personas sean mal gobernantes queda demostrado en que tal y como anunció él, si alguien conoce realmente qué es la justicia necesariamente tiene que obrar justamente, cosa que no hacen, por tanto para Platón “obran injustamente” provocando el dolor, una mala gestión del gobierno, hambre, exilios, sufrimiento, muertes… En definitiva, no cumplen los requisitos para ser unos buenos filósofos gobernantes “obligados” a conocer qué es la justicia. También estaría en contra de este régimen porque para Platón, este no son un estado justo ya que la justicia del Estado para él consiste en la armonía entre las tres clases sociales, cosa que en este tipo de gobierno no se produce.
Para Aristocles, la figura del filósofo gobernante puede ser alcanzable por cualquier persona que haya alcanzado el conocimiento, pero no descarta a nadie ni por su origen, sexo, posición económica, etc. Es decir, el filósofo gobernante será aquel que haya alcanzado el conocimiento máximo. Mientras que los dictadores suelen alcanzar el poder mediante la violencia y la fuerza, tal y como hemos apuntado anteriormente. Otro de los motivos por los que claramente no serían apoyados por el filósofo es la concepción de este último, según la cual el buen filósofo gobernante es aquel que tenga sabiduría y prudencia, características de las que claramente los dictadores carecen.
Un punto más a sumar para ese “NO” tan rotundo es que el pensamiento político de Platón es estatalista porque se antepone el bien y la cohesión del estado al bien individual.
Trabajo realizado por Amparo Ortega y Carmen Blanch.